La Reunión Familiar. Cuento para niños y mayores.

Aquella mañana, María estaba muy triste porque, como todos los días, habían tenido que salir corriendo para el cole, porque ya casi llegaban tarde. Y claro, para conseguir salir de casa a tiempo, ella había gritado mucho a sus dos niños. Pedro de cinco años y Julio de uno. El pequeño era un poco lento todavía como es normal a su edad, pero lo que pasaba es que Julio no quería otra cosa que estar con mamá y que le diera mimos y le cogiera en brazos. Y si no,  lloraba y protestaba todo el rato. Mamá no podía hacer nada…más que atender a Julio.

Pedro ya se había acostumbrado a no vestirse rápido, y también estaba tranquilamente dejando pasar el tiempo sin querer darse prisa, viendo la tele (¡¡¡porque la ponía él sólo, sin permiso!!!), y desayunando perdían también mucho tiempo…y aunque se levantaban una hora y media antes, nunca conseguían empezar el día bien y contentos.

Sobre todo María, y el papá, Raúl, que a veces hasta llegaba tarde al trabajo, porque los dos pequeños de la casa no comprendían que eso que estaban haciendo de no hacer caso a mamá cuando les pedía una y otra vez que hicieran lo necesario para prepararse por las mañanas para ir al colegio, era un verdadero problema para María y por lo tanto era un problema de todos, un problema familiar.

La mamá de Pedro y Julio volvió a casa aquella mañana bastante nerviosa y se preparó una infusión de tila, y estaba muy desanimada…»¿qué estoy haciendo mal con mis hijos? ¿qué tipo de madre soy, que ni siquiera soy capaz de llevar a mis niños al colegio por las mañanas, sin que tengamos que tener día tras día una pelea semejante?», pensaba María.

Y entonces María llamó a su madre:

_¡Hola, mamá! ¿qué tal?

_!Hola, María! Nosotros bien y ¿qué tal vosotros?

_¡¡¡Fatal, mamá!!! ¡¡¡Otra pelea terrible para llevarlos al colegio…yo no sé ya qué hacer!!!

_Pero hija, no te lo tomes así…Educar no es nada fácil, ¡¡¡no te desanimes!!!

Susana era la mamá de María, y la abuela de Pedro y Julio y se daba cuenta de que los niños no se lo ponían nada fácil a su hija, que era una madre buenísima y que lo daba todo por sus niños, tanto que se olvidaba de sí misma. Raúl y María eran unos padres fantásticos, eso estaba fuera de toda duda…pero los peques habían llegado a pensar que no tenían ninguna responsabilidad y que ,como eran niños, no tenían que colaborar en nada.

Susana pensó que ya no eran tan pequeños y que ya eran muy listos para muchas cosas…Ya había llegado el momento de preparar una Reunión Familiar.

El objetivo de la reunión sería :Por las mañanas no perdemos el tiempo, hacemos lo que tenemos que hacer y cada uno tiene su responsabilidad. Si sobra tiempo lo disfrutamos juntos, por ejemplo jugamos a «veo veo» que tanto les gusta, o ponemos un vídeo de Callou y lo vemos juntos. 

Pero la abuela sabía que no valía de nada decirles a los peques lo que tenían que hacer, lo importante era tratar con ellos el asunto y que fueran aprendiendo a pensar y a buscar soluciones, a sacar sus propias conclusiones y a tomar decisiones sin imposiciones.

Susana pensó…”Lo más importante es que primero recordemos las normas básicas de convivencia familiar”. Algo que podríamos llamar: 

Los Estatutos de la familia:

Grandes y pequeños somos parte de esta familia y todos colaboramos para que todos estemos bien y contentos, todos nos cuidamos unos a otros, y todos nos respetamos y nos escuchamos y sobre todo, todos nos queremos, nos damos besos y abrazos y nos ayudamos y nos divertimos juntos. 

Papá y mamá son los que dicen qué hay que hacer en las cosas importantes y una vez que las cosas se han hecho ya podemos todos disfrutar y ver qué cosas divertidas hacer. 

Los hermanos tienen que aprender a llevarse bien, a ser buenos hermanos y también a ser amigos. No como los del cole, pero si hermanos-amigos. Jugar juntos y respetarse y tratarse bien y aprender a pasarlo bien juntos. 

La abuela Susana explicó todo esto por teléfono y María se puso muy contenta:

_¡¡¡Qué buena idea has tenido, mamá!!! ¡¡¡Vamos a organizar una Reunión Familiar el domingo por la tarde y ya verás cómo todo va mejor!!!

_¡¡¡Sería fantástico, María!!! Yo voy a preparar un pastel de chocolate que ponga: Familia Feliz con cuatro velas y después de la reunión vamos el abuelo y yo a merendar y, de sorpresa, llevamos la tarta y entramos en el salón con las velas encendidas y las apagamos todos soplando juntos y luego merendamos tarta. ¿Qué te parece?

_¡¡¡Mamá….sería genial!!! ¡¡¡Qué ganas tengo ya de que llegue el domingo!!!

María estaba contenta y animada y empezó a preparar el Plan para la Reunión Familiar. 

1. Hoy mismo durante la comida les digo que el domingo por la tarde tenemos reunión familiar porque tengo un problema y necesito la ayuda de todos para solucionarlo.

2. Les digo que esta mañana me he quedado muy triste porque no me ha gustado nada haber gritado en el coche porque llegábamos tarde. “Quiero dejar de gritar y necesito que me ayudéis”. Este es el motivo de la Reunión Familiar. «Somos una familia y el problema de cualquiera de nosotros hay que solucionarlo entre todos». 

3. “Así que, como ya sois mayores, vamos a hacer una Reunión Familiar para el domingo por la tarde a las 5. Después de la reunión, para celebrar que hemos tenido nuestra primera Reunión Familiar, vendrán los abuelos a merendar”.

4. “Aquí está la nota que vamos a poner en el frigorífico para que no se nos olvide”. (Mamá ha preparado una nota con letra grandes que los niños pueden colorear o que hagan un dibujo si quieren…todos pueden hacer algo para decorar la nota). Esta es la nota que se coloca en el frigorífico.

DOMINGO A LAS 5 REUNIÓN FAMILIAR: RAÚL, MARÍA, PEDRO Y LUIS. 

PROBLEMA: Mamá necesita ayuda para no gritar por las mañanas cuando nos preparamos para ir al colegio.

5. Llegado el domingo a las 5 se inicia el “protocolo” con una cierta ceremonia:

Vamos todos hasta el frigorífico y cogemos la nota…y la ponemos en el centro de la mesa. Nos sentamos los cuatro.

Damos por empezada la Reunión Familiar. Mamá explica qué hay que hacer en una Reunión Familiar.

1. Primero decimos todos cosas buenas de los demás.

Raúl:

_”María quiero decirte que estoy muy feliz de que hayamos formado esta familia tan maravillosa…me has hecho tan feliz queriéndome a mí y a nuestros hijos…Eres una mujer preciosa y la mejor del mundo para mí. A Pedro le quiero dar las gracias porque siempre se alegra tanto de verme y siempre quiere jugar conmigo y me quiere tanto como yo a él. A Julio también lo quiero con todo mi corazón y le tengo que agradecer que siempre me recibe con una gran sonrisa y un beso cuando me ve llegar a casa del trabajo”. 

María:

“Yo a ti, Raúl, te quiero decir que también estoy muy feliz de que estemos juntos para toda la vida y de que tengamos esta familia tan maravillosa. Eres el mejor padre del mundo y la pareja ideal para mí. Te quiero tanto como a nuestros hijos. A Pedro le digo que estoy orgullosa de él porque ya se va haciendo mayor, por todas las veces que me sonríe y me dice cosas bonitas y a Julio también lo quiero tanto como a Pedro y también me gusta mucho cuando me sonríe y cuando quiere jugar con su hermano mayor Pedro”. 

Pedro:…

Julio…no dirá nada pero podemos inventar algún cumplido para los demás.

2. María les dice:  «Ahora os quiero hablar del problema que tengo yo, para que me ayudéis a solucionarlo. Somos una familia y el problema de cualquiera de nosotros hay que solucionarlo entre todos”.

María explica que no quiere gritar por la mañanas, porque se queda ya triste toda la mañana y sin ganas para nada. Ella quiere estar contenta y vivir con alegría con sus hijos y Raúl. María expresa cómo se siente en palabra sencillas para que todos la entiendan.

3. Preguntaremos entonces a todos ¿cómo se puede solucionar este problema de mamá?

En este punto es importante que todos hablemos y nos dejemos tiempo para terminar las frases, que digamos primero en lo que estamos de acuerdo y luego ya sugerimos tal vez otros puntos de vista. Dejamos a los niños que piensen y que se expresen. Y encontraremos entre todos posibles soluciones que poner en práctica a la mañana siguiente.

4. Nos decidimos entre todos por una solución que tiene que ser buena para mamá y para todos y la escribimos por detrás de la hoja del frigorífico y la colocamos de nuevo en el frigorífico. Por ejemplo, la solución que ha pensado la abuela Susana, podría ser muy buena. Pero tiene que ser la solución que acuerden entre  todos.

5. Todos aplauden cuando se coloca la Solución Familiar en el frigorífico. Entonces entran los abuelos con la tarta y con las 4 velas encendidas: En la tarta pone. 

¡¡¡ FAMILIA FELIZ !!!

Y todos dicen en voz alta el deseo antes de soplar….

¡¡¡¡Queremos ser una Familia muy, muy Feliz!!!!

 

Pilar Andújar Rodríguez

 

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